Que los niños de hoy en día pasan más tiempo delante de una pantalla que los que fuimos niños hace más de 20 años no es un secreto. Los ordenadores, las consolas y la televisión son elementos muy importantes en el ocio de los más pequeños.
Pero en lo que pocas veces nos paramos a reparar es en las consecuencias que puede tener pasar tanto tiempo frente a las pantallas. Es fácil adivinar que si un niño pasa horas y horas al día delante del televisor y nunca sale a la calle a jugar con otros niños tendrá más probabilidades de tener problemas de sobrepeso que otro que practique actividad deportiva frecuente. Pero un estudio reciente ha demostrado que no hace falta pasar demasiado tiempo delante de la tele para que afecte a la salud de los más pequeños. Con sólo una hora de televisión al día ya podríamos encontrarnos con problemas.
Se trata de un estudio de la Pediatric Academic Society (PAS) que fue presentado el pasado domingo 26 de abril en San Diego, y que demuestra que menos de 60 minutos de televisión al día ya pueden provocar problemas de salud y sobrepeso en los más pequeños. Algo que resulta preocupante especialmente en un país como Estados Unidos, en el que el consumo medio de televisión supera las 3 horas diarias en niños en edad de ir a la guardería.
Para realizar este estudio, se analizaron los datos de más de 11.000 niños que se encontraban en edad preescolar durante el curso 2011-2012, en el que fueron tomadas las muestras.
Durante el estudio, se realizó una encuesta a los padres de los pequeños en la que se le preguntaba por algunos de sus hábitos de vida diaria, incluyendo el consumo de televisión tanto durante el periodo escolar como en los fines de semana y vacaciones, así como el tiempo que pasaban delante del ordenador. Además se midió y pesó a los pequeños para intentar establecer una relación entre su peso y lo sedentaria que resultaba su vida.
El resultado del estudio fue que la mayoría de los niños que veían la televisión durante más de una hora al día tenían un índice de masa muscular mayor al de los pequeños que veían la tele menos de 60 minutos al día. El motivo de esto es bastante simple, y es que mientras están viendo la tele los niños suelen estar sentados en el sofá, mientras que aquellos que pasan menos tiempo delante de la pequeña pantalla suelen salir más a jugar con los amigos. De esta manera, se favorecen unos hábitos de deporte y vida sana que los hacen menos propensos a sufrir problemas de sobrepeso.
¿Significa esto que hay que demonizar la televisión y evitar que nuestros hijos la vean? Para nada. Ver la televisión no es malo en sí mismo, es más, puede ser una manera de ayudar al desarrollo intelectual de los pequeños, siempre y cuando se vean programas adaptados para su edad. Como en la mayoría de las cosas que aparecen en los estudios sobre salud, lo que resulta prejudicial es el exceso. Si los programas para niños suelen durar entre 20 y 30 minutos, ese es el tiempo que los pequeños deberían pasar delante de la pequeña pantalla, dejando el resto de su tiempo de ocio para una actividad más física.
De esta manera, no se trata de que prohibamos a nuestros hijos ver dibujos animados, sino invitarles a que no vean más de uno o dos capítulos al día y salir a jugar el resto del tiempo.
Tengamos en cuenta que el cuerpo ha evolucionado para una forma de vida activa, para moverse y para jugar. Y si cambiamos la actividad que necesitan por horas sentados delante de la tele, no estarán quemando las calorías necesarias para compensar las que hayan ingerido. Y cuando nos encontramos con un niño con problemas de obesidad, no hay duda de que es mucho más cómodo (y mas divertido) quemarlas jugando que empezar una dieta a una edad demasiado temprana.
Fuente: http://medicalxpress.com/news/2015-04-hour-tv-day-linked-unhealthy.html
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