Hace unos días os hablábamos de los usos más innovadores de las impresoras 3D, y contábamos que uno de ellos era el de crear prótesis para determinadas partes del cuerpo. Pero siempre habíamos pensado que el diseño de las mismas se llevaría a cabo por médicos, cuando hasta una niña de 7 años puede intervenir en ello.
La protagonista de esta historia es Faith Lennox, una niña americana de tan sólo 7 años que hace algún tiempo perdió la mano tras un desafortunado accidente. Todo parecía apuntar a que esto le privaría de tener una infancia normal y hacer cosas que hacen todos los niños como montar en bicicleta o jugar al baloncesto, pero con la ayuda de una impresora en 3 dimensiones Faith ha conseguido tener una mano artificial que le permite hacer todas estas cosas.
En un principio, la niña no tenía demasiadas intenciones de ponerse una mano artificial donde una vez estuvo la de verdad. Hasta que vio que podía diseñar la suya propia y convertirla en realidad gracias a una impresora. Ahora tanto Faith como sus padres están encantados con la mejora que ha experimentado su calidad de vida.
Además, construir esta nueva prótesis sólo le ha costado 50 dólares, mientras que las tradicionales que se elaboran para adultos no suelen bajar de los 15.000.
La impresora 3D para hacer prótesis a medida y al gusto
En principio, los padres de Faith se pusieron en contacto con la organización E-nable, que les ayudaría a crear una prótesis mediante el uso de una impresora 3D. Pero al tratarse de una tecnología demasiado nueva, la lista de espera para conseguirlo era enorme. Todo cambió cuando el hijo de un amigo de los padres de la niña fue con su grupo Scout a hacer una visita a Built It WorkSpace, una organización que enseña a utilizar nuevas tecnologías, entre las que se encuentran las impresoras tridimensionales. Tras ponerse en contacto con la asociación, vieron que crear su propia prótesis no era algo imposible.
Aunque la compañía con la que se pusieron en contacto tenía varios años de experiencia en impresión 3D, era la primera vez que se disponían a crear algo tan útil como una mano biónica.
Para asegurarse de que el proceso transcurría con total seguridad, la familia de la niña se puso en contacto con Cal State, un experto de Dominguez Hill que les guiará en todo el proceso. Al fin y al cabo imprimir una mano no es como imprimir un juguete. Con la ayuda del software abierto de E-Nable y la guía de dicho experto, los padres de Faith se pusieron manos a la obra para crear una mano que pudiera devolver a su hija una infancia normal. Y, por supuesto, la propia niña también tuvo mucho que decir en el proceso de la que finalmente sería una parte de su cuerpo.
Una mano robot azul y rosa
De hecho, los dedos de la mano artificial están hechos en azul y rosa, que son los colores favoritos de Faith. Los padres de la niña no han buscado algo que parezca natural ni que pase desapercibido, sino simplemente algo que se adapte a los gustos de la chica. Cuando sea mayor ya tendrá tiempo de pensar en una prótesis un poco más discreta, pero de momento ella es feliz con su mano robot diseñada por ella y creada en sus colores favoritos.
Ahora Faith podrá dibujar, jugar con muñecas y montar en bicicleta como cualquier otra niña de su edad. Porque aunque la elaboración de esta mano robot ha creado un fuerte impacto mediático en California, lo cierto es que lo que busca esta niña no es ni mucho menos llamar la atención, sino simplemente disfrutar de su infancia como cualquier otra pequeña de 7 años. Historias como esta son las que nos demuestran que la tecnología, aunque a veces pueda parecer deshumanizada, puede ser una gran ayuda para mejorar considerablemente la calidad de vida de muchas personas.
Fuente: http://phys.org/news/2015-03-d-technology-robohand-year-old-girl.html
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