La tecnología de red 5G promete traer grandes ventajas a la conectividad de todos los dispositivos. La mejora del rendimiento y la menor latencia son la clave para el desarrollo del internet de las cosas en el mundo móvil (coches inteligentes, dispositivos domésticos…). La llegada del 5G será el impulso definitivo para el desarrollo de todas estas alternativas.
Sin embargo, el 17 de mayo en el Capitolio de los Estados Unidos, el actual jefe de la NOAA, informó que las interferencias de los móviles 5G podrían reducir la precisión de las predicciones meterológicas en torno a un 30%. Es decir, sería el equivalente a volver a la predicción meteorológica de los años 80.
Lo que parece una cuestión más o menos baladí en España, en Estados Unidos se vuelve crucial. La predicción de cuándo toman tierra los huracanes, tifones o las tormentas tropicales es crucial para la correcta evacuación de personas y la eficacia de las predicciones meteorológicas: la capacidad de respuesta ante un evento de estas características podría reducirse entre dos y tres días para población que habita estas zonas.
Desde la NOAA se insta a las compañías tecnologícas a dejar de usar la banda de 24 GHz hasta que se encuentre una solución y retrasar su subasta.
¿Por qué la tecnología 5G puede interferir con la predicción meterológica?
Jordan Gerth, meteorólogo de la Universidad de Winsconsin ha estado estudiando este problema como parte de un grupo de estudio en la Sociedad Americana de Meteorología.
El problema radica en que el vapor de agua emite una señal débil en la atmósfera a una frecuencia de 23,8 GHz que está muy cerca a la que se ha vendido para la próxima generación inalámbrica 5G.
Los satélites de la NOAA GOES-R y el europeo MetOP monitorizan esta frecuencia para recoger datos que alimentan los modelos de predicción atmosférica.La solución propuesta es mover la banda de frecuencia del 5G ya que mientras esto sí es posible, como es lógico, no se puede cambiar la emisión de la señal por parte del vapor de agua.
Gerth dice que los proveedores de servicios inalámbricos podrían reducir la energía emitida por los transmisores de teléfonos móviles 5G para no ahogar los sensores sensibles del satélite. La NOAA y la NASA quieren limitar el ruido de interferencia a un nivel más cercano al que la Unión Europea y la Organización Meteorológica Mundial consideran aceptable.
Mientras que el nivel de interferencia que la Organización Meteorológica Mundial considera aceptable es de -55 dBW, la Comisión Europea lo ha establecido en -42 dBW, la subasta de la FCC de Estados Unidos ha puesto límite de -20 dBW que lo que es mucho más ruidosa que las anteriores.
Las bandas de frecuencia problemáticas son las cercanas para detectar lluvia y nieve (36-27 GHz), temperatura (50.2-50.4 GHz) y lluvia y hielo (80-90 GHz).
Es de esperar que se llegue a un acuerdo internacional para acordar las bandas en las que la tecnología 5G opere ya que por ejemplo, datos meteorológicos imprecisos de Estados Unidos afectan directamente a la predicción meteorológica de Europa. En octubre, en Egipto, habrá una reunión de la Organización Mundial de Meteorología donde se espera que se llegue a un acuerdo global. Actualmente, la propuesta estadounidense supone 150 veces más ruido que la europea y más de 3.000 veces la del plan de la Organización Meteorológica Mundial.
Fuente: Nature
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