Los acuarios no suelen gustar muchísimo, ya sean acuarios para visitar o para tener nuestro propio acuario. En este artículo vamos a hablar de lo que necesitamos saber para tener un acuario en casa.
En los acuarios el agua juega un papel muy importante. La mayor parte de los peces se adaptan rápidamente al cambio del agua, siempre y cuando no se trate de especies muy especializadas. En este caso hay que controlar algunos parámetros del agua como el pH o acidez del agua y el DH, es decir la dureza del agua.
Existen varios tipos de acuarios en función de las especies de peces que querremos que alberguen, ya que se trata de poder recrear, en un cierto modo, las condiciones más parecidas a las que se encontrarían en la naturaleza.
En primer lugar, hay que decir que no todas las especies son compatibles entre sí y por supuesto el acuario debe disponer de medios adecuados para lograr que los peces puedan adaptarse y vivir en sociedad sin tener dificultades.
Básicamente podemos diferenciar los acuarios en dos tipos, acuarios de agua salada – tropical o acuarios de agua templada – cálida, aunque también existen los de agua fría. Estos últimos son de fácil mantenimiento y muy aconsejables para aquellas personas que se inician al mundo de la acuariofilia, ya que son los más fáciles de mantener, en la medida que pueden instalarse sin la necesidad de incorporar un calentador para poder mantener la temperatura del agua.
Acuarios de agua salada
Los acuarios de agua salada albergan una mayor biodiversidad tanto en peces como en invertebrados marinos, como nudibranquios y cangrejos ermitaños con miles de colores distintos y plantas marinas. Controlar los parámetros físico-químicos es lo más difícil en estos tipos de acuarios que tienen un coste muy elevado. Tener controlada la salinidad, como la temperatura, pH, la concentración de nitratos y fosfatos puede ser muy difícil y conlleva mucha dedicación y tiempo y sobre todo conocer la materia.
Dentro de los acuarios de agua salada, es más recomendable un acuario de agua templada – cálida respecto a uno tropical porque no pose roca viva (no tienen corales, ni esponjas) y no precisa de un filtro de alto rendimiento, reactores de calcio, ni lechos fluidos (imagen 1)
Imagen 1: Acuario de agua templada-cálida
En los acuarios de agua cálida (tropical) hay que apostar por las especies más resistentes y robustas como pueden ser los peces payasos. Se trata de lo más aconsejable para comenzar con los acuarios de agua cálida con especies tropicales.
Imagen 2: Acuario de agua tropical
Acuario de agua dulce y de agua caliente
Los acuarios de agua dulce constituyen un hábitat con una gran multitud de especies de gran resistencia. Cuando un acuario está lleno de agua dulce cálida, implica que los peces y las plantas que forman parte del mismo deben ser resistentes y compatibles con esa temperatura.
El agua caliente en un acuario, se genera a través de un sistema de calefacción que permite templar el agua fría y mantenerla con una temperatura elevada (entre 22º y 27º) transformándola en el espacio ideal para los peces.
Entre las ventajas que se pueden destacar de los acuarios de agua dulce, es conveniente destacar: sencillez en el montaje del mismo acuario en relación a los de agua salada, posibilidad de introducir una gran variedad de peces tanto en formas como en colores, y el mantenimiento está reducido al mínimo.
Como he dicho anteriormente se pueden introducir una gran multitud de especies, dependiendo también del tamaño del acuario. Hay que tener en cuenta la compatibilidad entre las especies y por ese motivo es aconsejable que se introduzcan peces que están acostumbrados a vivir en grupos entre seis y ocho ejemplares entre machos y hembras. La introducción de plantas naturales acuáticas es una buena alternativa, porque decoran y hacen más natural el ambiente acuático, y también son utilizadas como cobijo por parte de los peces.
Imagen 3: acuario de agua dulce
Acuarios de agua fría
Los acuarios de agua fría, tienen el sistema de mantenimiento más fácil. Es importantísimo tener un óptimo sistema de filtración para poder mantener las propiedades del agua y así garantizar la sobrevivencia de los peces como también una buena oxigenación, más importante incluso que la de los acuarios de agua tropical. La temperatura del agua debe oscilar en unos 18ºC, si es menos los peces tendrán que bajar su metabolismo para no perder calor y reducir su actividad. Se pueden poner plantas acuáticas, la grava para el fondo también es importante, al igual que el sustrato para el mantenimiento de los vegetales naturales. Los troncos y otros materiales servirán tanto para adornar el acuario como para que el pez pueda refugiarse.
Imagen : acuario de agua fría
Fuentes
- Bianchi, I. 1993: El Acuario Tropical de Agua Dulce
. España, Barcelona: Editorial De Vecchi, S.A.
- Varios Autores. 2010 Peces de acuario (enciclopedia de la ciencia). Tikal, 2010
- Burton, J. 1979: Peces de acuario. España, Barcelona: Editorial Castel.
- http://www.paradais-sphynx.com/
- Imagen 1: http://www.animalesterapeutas.blogspot.com
- Imagen 2: http://www.masmascotas.com
- Imagen 3: http://www.solmad.es
La madera cumple funciones biogeoquímicas dentro de los ecosistemas acuáticos, no solo aspectos visuales o físicos.
Si se establecen fases biogeoquímicas complementarias en la gestión de las moléculas orgánicas que se generen, se podrá configurar un ecosistema.