Para hablar de Crocosmia, es necesario hacer una introducción previa. En la Provincia del Cabo, en Sudáfrica, existen numerosas familias vegetales que no tienen representantes en otras regiones del mundo.
La gran biodiversidad de esta región hace que sea un punto de interés para los botánicos, y está clasificado como uno de los cinco reinos florales a nivel mundial. Estos “reinos” son grandes regiones que comparten una vegetación común.
Breve explicación de geobotánica
El mayor reino floral es el Holártico, que comprende Asia, Europa y Norteamérica; mientras que el menor es el Capense, que comprende exclusivamente los alrededores de Ciudad del Cabo. Esto da una idea de la riqueza de especies florales que se encuentra en ese pedazo del continente africano.
Ocurre en ocasiones que cuando los seres humanos trasladan una especie a una región en la que esta no estaba presente, la especie se adapte al nuevo medio y sobreviva. En ocasiones más raras, esta especie se adapta tan bien que logra sobreponerse a las especies nativas en el control del hábitat, y se expande de forma descontrolada. Este fenómeno es lo que se conoce como invasión biológica, y se debe de forma voluntaria o involuntaria a la acción del hombre.
Las invasiones biológicas pueden ser producidas por animales, plantas, hongos y cualquier otro ser vivo, aunque los casos más conocidos (por ser más numerosos) se dan en animales y plantas.
Entendiendo que estos fenómenos se producen cuando una especie es trasladada a un nuevo hábitat, y la cantidad de especies vegetales que habitan exclusivamente la zona de Ciudad del Cabo, se explica que numerosas especies invasoras procedan de allí. Este es el caso de Crocosmia.
Crocosmia, una planta hermosa y muy viajera
Crocosmia es un género de especies nativas de la región del Cabo. Son plantas bulbosas que alcanzan el metro de altura, con hojas alargadas que crecen desde el bulbo y flores agrupadas al final de un tallo. Las flores son de color rojo, amarillo o una tonalidad intermedia en todas las especies del género.
Precisamente son estas flores lo que hace que las plantas del género Crocosmia sean conocidas y a la vez problemáticas. Al popularizarse su uso ornamental, las plantas comenzaron a cultivarse en diferentes países.
Las plantas, especialmente los híbridos entre varias especies del género, se adaptaron bien a las regiones donde eran introducidas y comenzaron a crecer asilvestradas.
Uno de estos híbridos problemáticos es Crocosmia x crocosmiiflora, fruto del cruce entre Crocosmia aurea y Crocosmia pottsii. Fue obtenida de manera artificial en Francia a finales del siglo XIX, con fines ornamentales. La especie resultante tenía unas flores tan atractivas que comenzó a cultivarse en numerosos países, en algunos de los cuales terminó por adaptarse al medio natural.
Problemática como especie invasora
Crocosmia x crocosmiiflora está naturalizada principalmente en Europa, Norteamérica, Nueva Zelanda y la región del río Paraná, en Sudamérica. Abunda en los terrenos húmedos, los márgenes de los ríos e incluso en las cunetas (donde es frecuente encontrarla en el noroeste ibérico).
¿Pero por qué es negativa la presencia de esta especie en el medio natural? A diferencia de los animales, las plantas invasoras no actúan como depredadores en su nuevo hábitat, pero compiten con las especies nativas en la obtención de recursos y la ocupación del terreno.
El resultado es que, a largo plazo, pueden desplazar a las especies nativas hasta ponerlas en peligro o incluso hacerlas desaparecer, lo cual es particularmente grave en el caso de especies endémicas, es decir, que sólo existen en una pequeña región.
Pese a que a medio plazo pueda parecer que la presencia de especies exóticas en el medio natural es positiva, pues aumenta la biodiversidad, a largo plazo sucede lo contrario, y al desaparecer las especies nativas frente a las invasoras la biodiversidad de la región disminuye.
Esto, por supuesto, afecta a todo el ecosistema, al modificarse las plantas de las que los herbívoros pueden alimentarse o con las cuales los polinizadores interactúan.
Por ello, pese a que especies como Crocosmia x crocosmiiflora no afectan negativamente al medio de forma directa, y puede parecer estéticamente bueno que especies florales exóticas crezcan en la naturaleza, debemos entender el impacto negativo que esto conlleva.
En lo que se refiere a conservación de la naturaleza, debemos poner por delante a las especies nativas frente a las que no lo son si queremos preservar nuestra biodiversidad.
Fuentes:
- Kostelijk, P.J. (1984) Crocosmia in gardens. The Plantsman 5: 246-253.
- Dimitri, M. 1987. Enciclopedia Argentina de Agricultura y Jardinería. Tomo I. Descripción de plantas cultivadas. Editorial ACME S.A.C.I., Buenos Aires.
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