La cría de visones en cautividad es una actividad polémica por diversas razones. Existen argumentos éticos contra la cría de animales para la elaboración de abrigos de piel. También hay razones de tipo medioambiental contra esta actividad, pues estas granjas de visones suponen la introducción de una especie invasora en los ecosistemas, el visón americano (Neovison vison), que es un depredador muy competitivo con las especies locales.
Además de esos argumentos, existe otro menos conocido pero que se ha vuelto relevante durante la actual pandemia de Covid-19, y es el peligro que suponen para la salud pública. En este artículo explicaremos los peligros para la salud que entraña la cría de visones.
Riesgo asociado a la cría de animales
La cría intensiva de animales en entornos cerrados es un foco de contagio de todo tipo de enfermedades. No se trata de un fenómeno nuevo, pues la aparición de enfermedades como la viruela en humanos está asociada a la ganadería y al auge de las primeras ciudades, donde animales y personas convivían.
Debido a las condiciones insalubres y a que los animales se encuentran hacinados, en densidades muy superiores a las poblaciones naturales, sus sistemas inmunológicos se debilitan y se favorece la transmisión de patógenos. Además, existe el peligro adicional de que se produzca una mutación en el agente infeccioso, agravado por la densidad de la población afectada.
Esto es especialmente grave en las explotaciones intensivas modernas, como las granjas avícolas o las granjas de peletería. En muchos casos los animales pasan toda su vida encerrados en jaulas, en ocasiones varios animales por jaula.
La acumulación de excrementos y la aparición de heridas debido al hacinamiento, con el consiguiente riesgo de infección, no hacen sino favorecer la propagación de cualquier enfermedad. En las granjas de visones esta situación es tan extrema que cuando se produce algún brote infeccioso la única forma de contenerlo es sacrificar a todos los animales.
La situación del Covid-19 y las granjas de visones
Puede parecer una posibilidad remota, pero lo cierto es que el contagio de enfermedades entre visones y humanos, en cualquiera de las dos direcciones, no es algo nuevo. Y ya se han detectado contagios de Covid-19 entre ambas especies.
Recientemente ha sido publicado un estudio que describe el contagio de varios trabajadores de granjas de visones en los Países Bajos. Concretamente, los investigadores analizaron 16 granjas de visones y descubrieron que 66 trabajadores o familiares de trabajadores se habían contagiado del virus. Lo que resulta más preocupante es que el virus había mutado en las granjas, lo cual permitió determinar sin lugar a dudas que ese había sido el punto de contagio de los trabajadores.
Un peligro adicional es el escape de visones contagiados al medio natural, donde existe la posibilidad de que la enfermedad vuelva a mutar y se contagie a otras especies. Este sería sin duda el peor escenario posible, pues controlar un virus en una granja de animales es posible, pero hacerlo en la naturaleza podría no serlo.
Si se produjera este escenario, podría suponer la aparición de un reservorio permanente del virus en la naturaleza, lo que dificultaría los esfuerzos para controlarlo. Además, la alta capacidad de mutación de los virus ARN y su capacidad de infectar a diferentes especies pueden dar lugar a nuevas cepas en un futuro si este escenario llegara a producirse.
La situación en España
En España se han producido dos brotes de Covid-19 en granjas de visones. El primer se produjo en Aragón en julio de 2020, donde casi 100.000 animales fueron sacrificados. El segundo brote se detectó en enero de 2021 en una granja de A Coruña, en la cual fueron sacrificados 3.100 visones.
Un 75% de las explotaciones de este tipo en España se encuentran en Galicia. Cabe mencionar que en España el visón americano está incluido en el Catálogo de Especies Invasoras, regulado por el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, (modificado en marzo de 2019) que prohíbe la posesión, transporte y comercio de estos animales. Lo cual, aparentemente, no tiene efecto alguno sobre su cría intensiva en enormes granjas.
Algunos países ya han tomado medidas al respecto. En Holanda, donde el Tribunal Supremo había dictado una sentencia que obligaba al cierre de todas las granjas de visones en el país en 2024 debido a las deplorables condiciones en las que los animales eran mantenidos, la situación actual ha acelerado el cierre de las granjas.
No es el primer país en tomar esta medida. Austria, Eslovenia, Croacia, Reino Unido, República Checa o Noruega son algunos de los países que ya han prohibido la cría de animales en cautividad para la obtención de pieles. Todo parece indicar que a la luz de los acontecimientos actuales se trata de un sector que tiene los días contados en Europa.
Fuentes
- Marion K (2021.). SARS-CoV-2 and the human-animal interface: outbreaks on mink farms. The Lancet, 21: 18-19.
- Costanza M, Gollakner R, Capua I (2020). Could Mustelids spur COVID-19 into a panzootic? Veterinaria Italiana 56(2-3): 65-66.
- Oude M, Bas B, Reina SS, et al. (2021). Transmission of SARS-CoV-2 on mink farms between humans and mink and back to humans. Science, 371: 172–177.
- Sharun K, Ruchi T, Senthilkumar N, Kuldeep D (2020.) SARS-CoV-2 infection in farmed minks, associated zoonotic concerns, and importance of the One Health approach during the ongoing COVID-19 pandemic. Veterinary Quarterly: 1-14.
- https://www.bbc.com/mundo/noticias-53453707#:~:text=Casi%20100.000%20visones%20en%20una,contrajo%20la%20enfermedad%20en%20mayo.
- https://www.elespanol.com/quincemil/articulos/actualidad/sacrificados-3-100-visones-de-la-granja-de-a-bana-a-coruna-en-la-que-se-detecto-un-brote
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