- La obesidad es causa de muchas enfermedades como la diabetes, enfermedades cardiovasculares…
- Una cepa de la bacteria E. coli para producir NAPE controla obesidad en ratones
- Cuando la bacteria deja de estar presente en el cuerpo, los ratones vuelven a ser obesos
Una bacteria que previene la obesidad en ratones puede estar por llegar. La bacteria produce un compuesto terapéutico en el intestino de los ratones, el cual inhibe la ganancia de peso, la resistencia a la insulina y otros efectos adversos de una dieta alta en grasas. Este hallazgo ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Vanderbilt.
«Por supuesto, es difícil especular con un ratón sobre los efectos en el ser humano», decía el investigador jefe Sean Davies, profesor asistente de farmacología. «Pero esencialmente, hemos prevenido la mayoría de las consecuencias negativas de la obesidad en ratones, incluso cuando se alimentan a base de una dieta alta en grasas«.
Manipular bacterias para el tratamiento de la obesidad y facilitar la absorción de medicamentos
«Es obvio que una serie de cuestiones deben debatirse antes de llevar a cabo el paso a humanos», dijo Davies, pero los hallazgos publicados en Agosto en la Journal of clinical Investigation sugieren que podría ser posible la manipulación de las bacterias residentes en el intestino (microbiota intestinal), para tratar la obesidad y otras enfermedades crónicas.
Davies tiene un gran interés en usar bacterias probióticas «amigables» como pueden ser las bacterias del yogur para transportar los medicamentos hacia el intestino de manera sostenida y así poder eliminar los tratamientos diarios de medicamentos asociados a las enfermedades crónicas.
En 2007 recibió el premio del Director del Instituto Nacional de Salud por desarrollar y probar la idea.
- El NIH básicamente dijo: » Nos gusta esta idea, ahora haremos que funcione».
- Davies dijo: «El premio al Nuevo Innovador fue esencial para nuestro éxito»
Otros estudios han demostrado que la microbiota natural del intestino, juega un papel en la obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
«El tipo de bacterias que tienes en el intestino influyen en tu riesgo de padecer enfermedades crónicas». Dijo Davies. «Nos encantaría poder manipular la microbiota intestinal de una forma que pudiésemos promover la salud«.
E. coli Nissle la bacteria que podría tener la clave para tratar la obesidad y adelgazar
Para empezar, el equipo necesita una cepa bacteriana segura que colonice el intestino humano. Ellos seleccionaron E. Coli Nissle (1917), que lleva usándose como bacteria probiótica para la diarrea desde su descubrimiento hace casi cien años.
La cepa de E. coli Nissle se ha modificado genéticamente para producir un lípido , llamado NAPE, el cual es sintetizado normalmente en el intestino delgado en respuesta a la alimentación. NAPE es rápidamente convertido en NAE, un compuesto que reduce la ingesta de alimentos y la ganancia de peso.
Algunas pruebas sugieren que la producción de NAPE se ve reducida en los individuos con dietas altas en grasas.
«NAPE parece ser un buen compuesto con el que trabajar, ya que de por sí, el huésped lo produce normalmente». Dijo Davies.
Los investigadores añadieron la bacteria productora de NAPE al agua potable de ratones que comían una dieta alta en grasas durante 8 semanas. Los ratones que recibían la bacteria disminuyeron la ingesta de comida, la grasa corporal, la resistencia a la insulina y la grasa del hígado, en comparación con el grupo control.
Encontraron que esos efectos protectores persistían hasta 4 semanas después de que la bacteria productora de NAPE fuera eliminada del agua. E incluso 12 semanas después de que la bacteria fuese eliminada, el ratón tratado, permanecería muy por debajo del peso y su índice de grasa corporal también sería menor que la del ratón control. La bacteria no permanece activa mucho más de 6 semanas, y los animales siguen siendo menos obesos pasadas 12 semanas.
Más allá del tratamiento de la obesidad
«Todavía no hemos logrado nuestro objetivo final, que sería hacer un tratamiento y luego no tener que volver a suministrar la bacteria».
Este documento proporciona una prueba de concepto, dijo Davies, «Está claro que podemos obtener suficientes bacterias para persistir en el intestino y tienen un efecto sostenido, pero nos gustaría que fuese mas longevo.»
Davies señaló que los investigadores también observaron los efectos de los compuestos en el hígado, sugiriendo que podría ser posible usar la bacteria modificada para transportar los medicamentos más allá del intestino.
Los investigadores están trabajando actualmente en estrategias para abordar las cuestiones relativas a las bacterias, por ejemplo, noquear los genes necesarios para que la bacteria pueda vivir.
Fuente: http://medicalxpress.com/news/
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