El cambio climático está amenazando a las especies de muy diversas formas, algunas de ellas con gran impacto en los ecosistemas, y es importante determinar cómo se adaptan los seres vivos a estos cambios. Además, es muy importante saber si estos cambios permiten la persistencia de las poblaciones en el largo plazo.
Por ejemplo, con la temprana llegada del deshielo y la primavera, la sincronización entre polinizadores y flores se ve perjudicada de manera que la producción de semillas se puede ver afectada, y por tanto influyen directamente en la estructura de los ecosistemas.
Las adaptaciones de las aves al cambio climático
Para responder a estas cuestiones, un equipo internacional de 64 investigadores liderados por Viktoriia Radchuk, Alexandre Courtiol y Stephanie Kramer-Schadt del Instituto Leibniz para el Zoo and Wildlife Research (Leibniz-IZW) evaluaron más de 10.000 publicaciones científicas.
El resultado del estudio publicado en Nature Communications es preocupante: aunque los animales están respondiendo al cambio climático, estas respuestas no son suficientes para cubrir el rápido incremento de las temperaturas, y a veces, cambian en direcciones equivocados.
En la naturaleza, la respuesta más común observada frente al cambio climático es el cambio en la sincronización de eventos biológicos como son hibernación, reproducción o migración que son rasgos fenológicos. Sin embargo, también se han observado cambios en la talla, masa corporal y otros rasgos morfológicos, pero no es algo que se haya visto afectado sistemáticamente. Lo han sido más los aspectos fenológicos.
Los investigadores extrajeron información relevante de la literatura científica para relacionar cambios en el clima a través de los años a posibles cambios en aspectos fenológicos y morfológicos. Lo siguiente fue evaluar si los aspectos observados estaban asociados con una mayor supervivencia o con un incremento de la descendencia.
«Nuestra investigación estaba enfocada en aves porque no había información completa de otros grupos», indica la autora principal del estudio Viktoriia Radchuk. Añade que «demostramos que en regiones templadas, el incremento de la temperatura está asociado con el cambio de los tiempos de eventos biológicos a fechas más tempranas«.
[box type=»shadow» align=»» class=»» width=»»]Una de las adaptaciones más observadas es el cambio en la época de reproducción. Mientras que en muchos casos se ha detectado un adelanto en la época que se considera una buena adaptación, en otros casos se ha detectado un retraso, lo que se considera una mala adaptación.[/box]
Los resultados sugieren que las especies pueden estar en el hábitat más templado mientras cambian lo suficientemente rápido para adaptarse al cambio climático. Aunque puede darse el caso que incluso las poblaciones que se están adaptando al cambio climático no lo estén haciendo a un ritmo que garantice su futuro.
Los resultados fueron obtenidos comparando la respuesta al cambio climático observada con aquella esperada si las poblaciones estuvieran adaptadas perfectamente al cambio climático.
Aún es más preocupante el hecho de que los datos incluyan especies muy comunes y abundantes como el carbonero común (Parus major), papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) o la común urraca (Pica pica) de los que se sabe que es están adaptando al cambio climático relativamente bien.
En las especies endémicas, raras o amenazadas la respuesta adaptativa todavía tiene que ser analizada. Se teme de que la previsión de persistencia de estas poblaciones de cara a su conservación sea incluso más pesimista.
Los investigadores esperan que sus análisis y el conjunto de datos analizados estimulen la investigación en la resiliencia de las poblaciones animales de cara al cambio global y que contribuyan a un mejor marco de predicciones de cara a tomar las acciones de gestión.
Deja una respuesta
Ver comentarios