La gestión de residuos peligrosos en España

Las empresas están obligadas a realizar una gestión controlada de sus residuos. Todo lo relativo a residuos está ampliamente legislado pero en ocasiones la complejidad de la ley dificulta su aplicación. En este artículo haremos una breve exposición de los pasos a seguir para implementar la correcta gestión de los residuos peligrosos. Esta legislación está referenciada a España.

¿Mi empresa produce residuos peligrosos?

En primer lugar, esto es lo que hay que averiguar. La forma por la cual se determina si sus residuos son peligrosos o no es relativamente sencilla.

En primer lugar, se debe determinar qué residuos se producen en la actividad, por ejemplo, residuos de envases metálicos con restos de disolventes.

En segundo lugar, se clasifica el residuo como peligroso o no en base a la Lista Europea de Residuos que aparece en el Anejo 2 de la Orden MAM/304/2002. En este anejo, aparecer listados los residuos precedidos por el código LER del residuo. Si este código lleva un asterisco, indica que el residuo es peligroso. En este caso aparecería como «15 01 10* Envases que contienen restos de sustancias peligrosas o están contaminados por ellas.» Por lo tanto, es un residuo peligroso. Es importante tener en cuenta que se consideran residuos peligrosos el papel y los trapos contaminados por sustancias peligrosas.

Es importante determinar la cantidad de residuos peligrosos generados pues las obligaciones varían a partir de las 10 toneladas, como se puede ver más adelante.

¿Cuál es el segundo paso? Contratar un gestor de residuos peligrosos.

El segundo paso a dar es contratar un gestor de residuos peligrosos autorizado. Normalmente las comunidades autónomas tienen listados en sus respectivas webs de los gestores autorizados de residuos peligrosos.

El consejo es buscar varios gestores que gestionen los residuos y solicitar varios presupuestos. Lo más interesante es seleccionar un único gestor que proporcione un servicio integral de modo que los costes de transporte se vean reducidos. Entre los costes que implicará están: transporte (ya mencionado), el alquiler o compra de contenedores para almacenar la sustancias peligrosas, y la propia gestión del residuo.

Es importante que el gestor firme algún tipo de documento en el que se aclare que será el gestor de tus residuos peligrosos y, además, que cada vez que se lleve los mismos proporcione los documentos de aceptación de los residuos peligrosos. Esto es muy importante porque es la prueba a partir de la cual se realizará el siguiente paso.

Una vez que el gestor ya se ha llevado algunos residuos y se tiene los documentos de aceptación se procede al alta en los registros correspondientes.

Tercer paso: alta como pequeño productor de residuos peligrosos o como productor de residuos peligrosos

Una vez que se tienen los documentos de aceptación de residuos, se podrá ir al organismo correspondiente que suele ser la dirección territorial de medio ambiente de las Comunidades Autónomas o las Conserjerias con competencias correspondientes.

Si la empresa genera más de 10 toneladas de residuos peligrosos, se considera como productor de residuos peligrosos, y esto supone que los trámites sean más largos, incluyendo la realización de estudios de impacto ambiental.

Por otro lado, si la empresa genera menos de 10 toneladas de residuos peligrosos, se considera como Pequeño Productor de Residuos Peligrosos, y con los documentos de aceptación y los formularios correspondientes se puede realizar la inscripción.

Obligaciones de las empresas que generan residuos peligrosos

Las obligaciones pueden variar en función de las comunidades autónomas, pero por lo general, es la obligación de gestionar de manera adecuada los residuos peligrosos, y la presentación cada 4 años de un plan de minimización de residuos peligrosos. Algunas comunidades como la Comunidad de Madrid, obliga a los productores de residuos peligrosos a realizar una auditoría ambiental por una entidad inscrita como entidad de control ambiental.

Es importante consultar la legislación específica de cada una de las comunidades autónomas. Pues así se evitarán imprevistos en materia medio ambiental.

A la hora de gestionar los residuos, los pasos a dar son sencillos aunque puede ser más dificultoso en función de la complejidad de la empresa, y los costes son un factor importante a tener en cuenta. En base a esto, apostar por productos alternativos menos contaminantes puede suponer un fuerte ahorro en materia de gestión ambiental.

Licenciada en Biología con las especialidades ambiental y marina por la Universidad de Alicante.