Existen animales que son peligrosos para los seres humanos. Al leer esta frase, podemos pensar en depredadores como son los tiburones, leones o lobos. También nos pueden venir a la cabeza animales venenosos, como serpientes o escorpiones. Algunos animales que causan numerosas muertes todos los años son los cocodrilos y caimanes, los hipopótamos o los perros (que transmiten la rabia).
El Homo sapiens tiene un respetable segundo puesto en la lista de animales más peligrosos para el hombre. Pero el animal que más muertes causa, con cerca de un millón de víctimas cada año, es el mosquito. En este artículo explicaremos cuáles son las enfermedades potencialmente mortales transmitidas por mosquitos y qué especies son las más peligrosas.
Unos insectos desagradables
Los mosquitos adultos, machos y hembras, se alimentan por norma general de frutas o jugos de plantas. Sin embargo, las hembras de algunas especies de mosquito se alimentan también de la sangre de distintas especies de animales.
Este aporte de nutrientes les permite realizar una puesta de huevos, que se desarrollan como larvas en ambientes acuáticos. El agua estancada es un ambiente ideal para que los mosquitos se reproduzcan. Hay varias especies que depositan sus huevos exclusivamente en las acumulaciones de agua que se forman sobre algunas plantas.
No todas las especies de mosquito requieren el aporte de sangre para realizar las puestas de huevos (como las del género Toxorhynchites), y algunas especies (principalmente del género Culex) solo requieren alimentarse de sangre tras haber realizado la primera puesta.
No todas las especies de mosquitos se alimentan de la sangre de los seres humanos, y de aquellas que lo hacen no todas son transmisoras de enfermedades. Se han descrito unas 3.500 especies diferentes de mosquitos, divididos en 112 géneros. De estos, aquellos que agrupan al mayor número de especies transmisoras de enfermedades son tres: Culex (género que comprende unas 1.000 especies), Aedes (700 especies) y Anopheles (200 especies). Dentro de cada género hay varias especies que pueden transmitir las mismas enfermedades. De forma destacada, los únicos mosquitos que pueden transmitir la malaria pertenecen al género Anopheles. La palabra Aedes proviene del griego aēdēs (ἀηδής), que significa “desagradable”.
Enfermedades asociadas a mosquitos
Las picaduras causadas por mosquitos son bastante molestas, pero no suponen por sí mismas un riesgo para la salud. El problema son los agentes infecciosos que los mosquitos propagan con sus mordeduras, de forma similar a lo que ocurre con algunas garrapatas.
Las hembras de mosquito disponen de un aparato bucal especializado para perforar la piel, y su saliva contiene sustancias anticoagulantes que facilitan el flujo de sangre. Esas sustancias son las que provocan la característica hinchazón en la zona de la mordedura. Por otra parte, es a través de la saliva de los mosquitos que se produce la transmisión de patógenos.
El dengue
Una de las enfermedades más conocidas transmitidas por mosquitos es el dengue, causado por el virus del dengue, que es propagado por mosquitos del género Aedes, especialmente Aedes aegypti. La enfermedad está presente en todos los continentes del hemisferio sur y cada año se contagian unos 390 millones de personas, resultando en 40.000 fallecimientos. Recientemente se ha desarrollado una vacuna, pero no se recomienda su uso a la población general debido a ciertas contraindicaciones si la persona aún no ha sufrido la enfermedad.
La malaria o paludismo
Otra enfermedad transmitida por mosquitos es la malaria o paludismo (del latín paludis, que significa ciénaga o pantano). Esta enfermedad es causada por un parásito, siendo provocada por diferentes especies de protistas del género Plasmodium. Los mosquitos del género Anopheles son responsables de transmitir esta enfermedad, que cada año infecta a más de 200 millones de personas y causa unas 400.000 muertes.
Solo existe una vacuna, aprobada recientemente para su uso. La malaria puede ser curada por completo si es tratada a tiempo de forma efectiva con medicamentos antipalúdicos, o de lo contrario puede permanecer latente en el organismo del paciente durante décadas.
Fiebre amarilla
La fiebre amarilla o vómito negro es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos de los géneros Aedes o Haemagogus. Los nombres de la enfermedad proceden de sus síntomas, el color amarillo de la ictericia (coloración amarilla de la piel) y el vómito de sangre coagulada.
Se estima que 200.000 personas se contagian cada año y mueren unas 30.000. La forma aguda de la enfermedad tiene una tasa de mortalidad del 50%. La malaria está presente en todo el hemisferio sur y algunos países del hemisferio norte. Existe una vacuna eficaz que inmuniza por completo con una sola dosis, pero no se conocen medicamentos para curar la enfermedad una vez contraída. El uso de aspirina en pacientes con malaria es peligroso, debido a sus efectos anticoagulantes, que pueden provocar una hemorragia interna.
Otras enfermedades causadas por mosquitos
Otras enfermedades transmitidas por mosquitos pero que están menos extendidas son la filariasis linfática (también llamada elefantiasis causada por un nematodo, transmitida por los géneros Aedes, Anopheles, Culex y Phlebotomidae), chikunguña (Aedes), fiebre del valle del Rift (Aedes), virus zika (Aedes), encefalitis japonesa (Culex) o fiebre del Nilo Occidental (Culex).
El molesto mosquito viajero
Una especie de mosquito que ha ganado cierta notoriedad en los últimos años es el mosquito tigre (Aedes albopictus), nativo del sudeste asiático e introducido en numerosos países de Europa, EEUU, Brasil y zonas ecuatoriales de África.
Se trata de una especie invasora, cuyos huevos resisten la desecación y pueden ser transportados de diversas formas. Una vía de entrada del mosquito en Europa fue el transporte de neumáticos que contenían agua estancada en su interior y larvas de mosquitos.
Este mosquito se diferencia de otros en que su periodo de actividad es diurno, y su aparato bucal está tan desarrollado que es capaz de morder a través de la ropa (lo cual puede confirmar por experiencia propia quien escribe estas líneas). No obstante, su picadura no resulta más molesta que la del mosquito europeo común (Culex pipiens).
Esta especie es transmisora del dengue, fiebre amarilla, chikunguña y fiebre del Nilo Occidental. Por ello resulta muy problemática su introducción en nuevas áreas geográficas.
Está presente en España desde 2004, pero no se han detectado brotes epidémicos asociados a este mosquito en nuestro país. En el año 2005 causó una epidemia de chikunguña en la isla francesa de Reunión, mientras que en 2007 se produjo otro brote de esta enfermedad en Rávena, Italia.
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Fuentes
- Tolle MA (2009). Mosquito-borne diseases. Curr Probl Pediatr Adolesc Health Care. 39 (4): 97–140. doi:10.1016/j.cppeds.2009.01.001
- Winegard TC (2019). The Mosquito: A Human History of Our Deadliest Predator. Text Publishing. p. 2. ISBN 9781925774702
- Estrada-Franco RG, Craig GB (1995). Biology, disease relationship and control of Aedes albopictus. Technical Paper No. 42. Washington, D.C.: Pan American Health Organization
- Joy D, Feng X, Mu J, et al. (2003). Early origin and recent expansion of Plasmodium falciparum. Science 300 (5617): 318-21
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