Continuamente se encuentran nuevas especies de bacterias y buena prueba de ello es el reciente descubrimiento de nuevas especies de bacterias en pozos de fracking a 2,5 km de profundidad, también conocidos de extracción de gas de esquisto mediante fractura hidráulica.
El nuevo género de bacterias, llamado Frackibacter, se ha encontrado junto con otras 30 especies de bacterias que habitan en los pozos de fracking. Los responsables de la investigación de la Universidad de Ohio han publicado los resultados en la revista Nature Microbiology del 5 de septiembre.
Lo curioso del descubrimiento es que pese a que se muestrearan pozos distanciados entre sí varias millas, las comunidades encontradas en su interior fueran casi idénticas. Gran parte de los microorganismos encontrados proceden de los estanques que se generan durante la extracción del gas de esquisto, sin embargo, el nuevo género Frackibacter parece ser que sólo se encuentra en los pozos de fracking, siendo específico y único en ese sentido. Los individuos de este género prosperaron junto con las bacterias y microbios habituales que provienen de la superficie, formando comunidades los dos pozos estudiados que duraron casi un año.
De hecho, el género de la bacteria todavía es Candidatus frackibacter, que indica que este nuevo microorganismo se está estudiando por primera vez desde una aproximación genética y no cultivándolo aisladamente en el laboratorio. El nombre, no es casualidad, Frackibacter es una derivación de la palabra fracking que es la más común para llamar a la fractura hidráulica.
El descubrimiento de las bacterias en los pozos de fracking
El descubrimiento de este nuevo género se realizó mediante muestreo en el fluido de dos pozos de fracking durante 328 días. Los investigadores reconstruyeron los genomas de las bacterias y arqueas que vivían en el esquisto que mostraron que ambos pozos habían desarrollado casi el mismo microbioma en dos ubicaciones distintas: Utica y Marcellus
Otro aspecto interesante, es que ambos pozos pertenecían a compañías energéticas diferentes que utilizaban distintas técnicas de fracking lo que hace muy difícil el trasvase de microorganismos entre ambos pozos. Los dos tipos de esquisto se encuentran separados más de una milla y media por debajo del suelo, donde se formaron hace millones de años y que contienen diferentes formas de combustible fósil. Incluso la misma bacteria, Halanaerobium, era la especie dominante en las comunidades de ambos pozos.
A tenor de los resultados obtenidos, según Kelly Wrighton profesora en la Universidad de Ohio, lo que sugieren los resultados es que estos ecosistemas están más influenciados por la fractura que por las diferencias en el propio esquisto.
El origen de las bacterias no está del todo claro, aunque parece ser que la mayoría provienen de los estanques realizados durante la labor de extracción y que otras especies como las arqueas o Candidatus Frackibacter ya se encontraban en la roca antes de la perforación.
Cada compañía de fracking utiliza su propia receta para el líquido que bombea dentro de los pozos para romper la roca y liberar el gas aunque todas ella utilizan agua además de otros químicos. Una vez el líquido está en el esquisto, la disolución de la halita del esquisto incrementa la concentración de sales.
La vida de un microorganismo en un pozo de fracking
Los microorganismos que viven en estos esquistos deben tolerar altas temperaturas, presión y salinidad siendo esta última el factor crítico para la supervivencia de los microbios. La salinidad obliga a los microorganismos a sintetizar compuestos orgánicos para compensar la presión osmótica (osmoprotectores como la glicina-betaína) entre el exterior y el interior de las células y así mantener el equilibrio osmótico. Cuando las células mueren, estos productos se liberan al agua de forma que otros microbios pueden usarlos para protegerse o alimentarse. En ese sentido, la salinidad es el factor que obliga a los microorganismos a generar una fuente de alimento sostenible.
Además, no sólo el medio físico es el que marca la vida de estos organismos si no que también han hallado genomas de virus que viven en los pozos, encontrando evidencias de que algunas bacterias eran presa de los virus, de manera que al morir liberaban los compuestos que actuaban como osmoprotectores en el agua y servían de alimento.
Las especies más beneficiadas por la liberación de osmoprotectores eran Halanaerobium y Candidatus Frackibacter, que a su vez servían de alimento para los metanógenos que producen metano en última instancia.
Existen algunas industrias donde los organismos parecen contribuir de manera positiva a la obtención de energía. Por ejemplo, en los yacimientos de metano, la existencia de vida microbiana puede incrementar la producción de metano. Sin embargo, en el caso de estas bacterias su contribución es minúscula al metano generado en la extracción de fracking.
Esto es importante para entender el ciclo del metano y la metanogénesis en la biosfera profunda y por tanto se puede colonizar la corteza terrestre profunda y existe predación por parte de virus.
gracias 🙂
Para entender que es el fracking,
es recomendable ver el documental Gasland:
https://vimeo.com/75524062