Lobos marinos fuerzan sexualmente pingüinos reales

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Parece ser que la Antártida es el lugar perfecto para encontrar comportamientos sexuales de los animales, cuanto menos perturbadores. Hace muchos años, ya se observaron pingüinos de Adelaida realizando todo tipo de comportamientos «degenerados» (sí, es un prejuicio humano) como necrofilia, violación y abuso sexual de polluelos. Ahora, investigadores han observado a los lobos marinos mateniendo sexo con pingüinos reales. Estos animales están experimentado comportamientos que merece la pena estudiar.

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Este comportamiento sexual tan bizarro se documentó por primera vez en 2006 cuando los científicos encontraron lobos marinos antárticos  (Arctocephalus gazella) intentando copular con pingüinos reales (Aptenodytes patagonicus) en la Isla Marion, una remota isla de la Sub-Antártida. En aquel momento, los investigadores especularon con que el incidente podría ser que el lobo marino estuviera frustrado o tuviera poca experiencia. Otra alternativa que se pensó fue que la agresión podría haberse producido para proteger el territorio o también que simplemente fue un juego que se volvió sexual.

Este raro comportamiento se observó más de tres veces lo que los sorprendió bastante. «Honestamente, no esperaba que descubrimientos como el de 2006 podrían producirse otra vez,» dijo el investigador principal Nico de Bruyn, «y ciertamente no en ocasiones múltiples».

Tal y como se describe en la revista Polar Biology, el equipo observó un joven macho de lobo marino de la Antártida forzando sexualmente pingüinos reales al menos tres ves por separado. El género de los pingüinos no se conocía pero sí parecían tener buen estado físico.

Las aves no tienen genitales externos sino que tienen cloaca. Su cópula consiste en que macho y hembra frotan sus cloacas. En este caso, el lobo marino aprovechó la cloaca para mantener sexo con el pingüino ya que al examinar al pingüino se encontraron lesiones en la zona.

Estas observaciones sugieren que es un comportamiento emergente y para explicarlo se han planteado dos hipótesis. Una de las hipótesis plantea que es un comportamiento aprendido asociado a alguna clase de recompensa y la otra plantea que sea un caso extremo de interferencia reproductiva que podría ser explicado por la hipótesis de la privación del compañero, resultado del continuo crecimiento de la población de pingüinos.

En este vídeo se puede observar este comportamiento:

Fuentes:

http://www.iflscience.com/plants-and-animals/seals-caught-having-sex-penguins

http://link.springer.com/article/10.1007/s00300-014-1618-3

Licenciada en Biología con las especialidades ambiental y marina por la Universidad de Alicante.