Afortunadamente, existe un número progresivamente creciente de consumidores comprometidos a mantenerse informados acerca de los productos que adquieren. Gracias a ello, hace tiempo que ha dejado de ser un secreto que el aceite de palma está presente entre los ingredientes del 50% de los bienes de consumo que se venden en supermercados. Para los más despistados, este artículo os permitirá poneros al día en todo lo que rodea al nuevo y controvertido oro rojo.
Los motivos que hacen del aceite de palma un producto no sostenible
El principal problema existente con el aceite de palma está relacionado con las malas artes usadas para su producción. Este aceite se extrae del mesocarpio del fruto de la palma aceitera, Elaeis guineensis, y, como se indicó en el anterior post Todo lo que tienes que saber sobre el ácido palmítico y el aceite de palma, crece en climas tropicales, y se caracteriza por su bajo coste, estabilidad y versatilidad. Por este motivo, el aceite de palma es el de mayor producción después del aceite de soja.
A pesar de que la obtención de aceite de palma se lleva a cabo de manera sostenible en diferentes países, existen otros que con su plantación están ocasionando una verdadera catástrofe medioambiental. Los casos más llamativos son los de Malasia e Indonesia, cuyos bosques se están destruyendo a un ritmo alarmante. Tanto es así que se estima la destrucción del 98% de dichos ecosistemas para el año 2022.
Con el objetivo de conseguir el terreno necesario para ampliar las plantaciones de palma y cubrir la creciente demanda del mercado, hectáreas y hectáreas de bosques tropicales se están quemando de manera indiscriminada. Esto no sólo perjudica directamente a la atmósfera por la desaparición de uno de los pulmones más importantes de la Tierra, contribuyendo así a acelerar el temido cambio climático que está teniendo lugar, sino que además destruye el hábitat de más de 300.000 especies animales.
Indonesia es el tercer país con mayor nivel de biodiversidad del mundo. Sin embargo, miles de animales mueren en cada uno de los incendios forestales que se llevan a cabo deliberadamente para aumentar la producción de palma. Muchos de los ejemplares que tienen la suerte de escapar ilesos son vendidos en el mercado negro y alejados de su entorno natural. Debido a estas prácticas tan desafortunadas, algunas especies como el orangután de Sumatra, Pongo abelii, o el tigre de Sumatra, Panthera tigris sumatrae, desaparecerán en cuestión de pocos años si la deforestación continúa produciéndose al ritmo actual.
Al margen de la escasa sostenibilidad que ha quedado demostrada, alrededor de la producción del aceite de palma también se encuentran otros perjudicados. El expolio de tierras, el desplazamiento forzado de comunidades de indígenas o la explotación infantil son algunas de las consecuencias adicionales que se están produciendo en los países afectados.
¿En qué productos encontramos el aceite de palma?
Más de la mitad de los alimentos producidos industrialmente contienen aceite de palma. Además, muchos productos de limpieza (como detergentes) y de higiene personal (jabones, pasta de dientes y gran cantidad de cosméticos) también cuentan entre sus ingredientes con el aceite de palma.
La razón por la que el aceite de palma es generalmente un ingrediente poco visible es que el etiquetado de los productos puede referirse a él nada menos que de unas 200 formas diferentes. Pero, ¿por qué? Es evidente que la opinión pública es clave en la venta de un producto y es también sabido que la información sobre las malas artes anteriormente mencionadas está llegando cada vez a una mayor cantidad de consumidores. Por tanto, el aceite de palma es un producto no deseado entre los ingredientes de todo bien de consumo.
Afortunadamente, en 2004 se creó la Roundtable on Sustainable Palm Oil (Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible), RSPO, una organización sin ánimo de lucro que intenta establecer una comunicación constante entre todos los sectores directamente relacionados con el aceite de palma. Como su propio nombre indica, uno de los objetivos más importantes de la RSPO es garantizar una producción de aceite palma sostenible y que respete los derechos humanos.
Para tal fin, la RSPO ha creado un Sistema de Certificación de Aceite Sostenible (CSPO) con el que se pretende conseguir un 100% de producción de aceite de palma sostenible. Sin embargo, esto está muy lejos de poder conseguirse, sobre todo porque el aceite de palma que le llega a la industria para la elaboración de productos acaba siendo una mezcla de aceites de diferentes orígenes. Por este motivo, su control y regulación se dificulta enormemente.
Además, como se puede ver en la imagen del etiquetado de un producto cosmético, el origen “palmítico” de un ingrediente no sólo puede no ser evidente, sino que a veces es absolutamente imposible de averiguar. Los componentes de la etiqueta señalados en color verde pueden ser derivados tanto del aceite de palma como de otras grasas o aceites vegetales. Sin embargo, dado el bajo coste del aceite de palma comparado con otros de similares características, es muy probable que sea el precursor de muchos de estos derivados. Por desgracia, no existe legislación alguna que regule y exija la aclaración del origen de estos ingredientes derivados.
Imprescindibles para recordar a la hora de hacer la compra
#1 El aceite de palma que la industria utiliza para la elaboración de productos es casi siempre una mezcla de diferentes orígenes, lo que quiere decir que, a día de hoy, es prácticamente imposible certificar su origen 100% sostenible.
#2 Los distintos ingredientes derivados del aceite de palma se pueden encontrar en el etiquetado nombrados de 200 formas diferentes. Además, aquéllos cuyo nombre no contiene la raíz “palm-“ podrían proceder no sólo del aceite de palma, sino también de otros aceites vegetales. Por otro lado, la legislación vigente no obliga a especificar el origen de dichos derivados, por lo que es imposible determinar de qué tipo de aceite proceden.
#3 El ácido palmítico, principal componente del aceite de palma, es un ácido graso poco saludable para el organismo por ser saturado. Además, recientemente científicos españoles han demostrado que puede iniciar y acelerar la metástasis de algunos tipos de cánceres como vimos en el post mencionado anteriormente.
En conclusión, la comida casera es siempre la mejor opción porque se conoce el origen de cada uno de sus ingredientes. Pero si, por alguna razón, se van a comprar productos precocinados o preparados alimenticios, es muy importante leer bien las etiquetas y huir del ácido palmítico y de sus derivados siempre que sea posible. Al menos, hasta que los certificados de sostenibilidad sean 100% fiables.
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