El black bass o perca americana, Micropterus salmoides, es un pez carnívoro perteneciente al orden de los perciformes. Es una especie nativa de Norteamérica, donde su pesca está muy extendida y es una actividad que mueve mucho dinero, más incluso que la NBA.
Actualmente se encuentra presente en más de 50 países de todo el mundo. Algunas subespecies americanas alcanzan los 80cm y un peso de 8Kg, mientras que en Europa es común una longitud de 30-50cm y un peso de 3-4Kg. La IUCN ha incluido a esta especie en la lista de las 100 invasoras más dañinas del mundo.
Los individuos juveniles son gregarios y forman grupos muy numerosos, mientras que los adultos llevan una vida solitaria. La perca americana habita ríos y lagos de aguas claras, donde puede acechar a sus presas desde el fondo. Un rasgo distintivo de la especie es su gran boca, que en Inglaterra le ha valido el sobrenombre de “bigmouth bass”, que utiliza para generar una corriente de agua con la que atrapa a sus presas. Su alimentación incluye insectos, larvas de peces, anfibios, pequeños mamíferos e incluso aves.
Situación en España del black bass
La especie fue introducida en nuestro país en 1955 para su aprovechamiento comercial. Desde entonces se ha extendido por acción del hombre a numerosos ríos y embalses de la Península Ibérica. Algunas fuentes indican que se encuentra presente en todas las Comunidades Autónomas excepto en Galicia y Canarias, pero lo cierto es que en Galicia ya se han detectado ejemplares silvestres en los ríos Miño y Sil, así como en el embalse de Belesar.
El motivo por el que el black bass se encuentra tan extendido es por su interés desde el punto de vista de la pesca, ya que los propios pescadores la han liberado en diferentes masas de agua durante décadas.
La especie es problemática en nuestro país debido a su gran voracidad, que afecta de manera directa (por depredación) o indirecta (por competencia sobre los recursos alimenticios) a otras especies nativas como la trucha o el salmón. Provoca alteraciones en la composición del zooplancton en ríos y lagos, lo cual afecta a todo el ecosistema.
Además, en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera (Castilla la Mancha) se ha constatado que el black bass se alimenta de la población autóctona de blenio (Salaria fluviatilis), una de las especies más amenazadas de la Península Ibérica. Se trata de una especie peculiar por ser la única de su género en habitar aguas dulces.
Problemática con la pesca del black bass
En noviembre de 2011 se actualizó el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, que incluía todas las especies que son consideradas invasoras en nuestro país. Entre las especies de la lista estaban algunas con interés cinegético o piscícola, como el arruí, la trucha arcoíris, el black bass o el cangrejo americano.
Una de las consecuencias de esto fue la inmediata prohibición de toda actividad económica relacionada con esas especies, lo cual tiene bastante sentido teniendo en cuenta que algunas (las que tienen interés cinegético o piscícola) fueron introducidas o bien posteriormente extendidas por cazadores o pescadores.
La medida no sentó nada bien a estas asociaciones, que protestaron hasta que en agosto de 2013 un real decreto modificó la normativa anterior eliminando de la lista a estas especies con interés comercial, y en el caso del arruí restringiendo aquellas zonas en las que era invasor y otras en las que no.
Finalmente, el año pasado el Tribunal Supremo dio carpetazo al despropósito administrativo y admitió parcialmente el recurso de distintas asociaciones ecologistas contra el Real Decreto del 2013. Si una especie es invasora, debe tratarse como tal independientemente de lo gratificante que resulte su pesca o de que produzca beneficios económicos.
A partir de esta sentencia quedó prohibida en España la venta de black bass, así como su transporte vivo o muerto. Esto implica que si se pesca un ejemplar debe matarse y dejarse en la orilla, pues tampoco está permitido devolverlo vivo al agua.
Pese a que tenga sentido evitar el transporte vivo de la especie, para evitar que sea introducido en otro curso de agua o criado, que no se puedan aprovechar los ejemplares pescados para su consumo resulta un tanto ilógico.
Numerosas asociaciones de pesca han alzado su voz contra la normativa vigente por este motivo. Además de esta medida, la Junta de Andalucía ha llevado a cabo una campaña de erradicación de peces exóticos entre los años 2006-2008 y existe una iniciativa enmarcada en el proyecto LIFE+ para eliminar el black bass en el lago de Bañolas, el más grande de Cataluña.
Fuentes:
- Blanco-Garrido, F. et al. (2009). Jarabugo (Anaecypris hispanica) and freshwater blenny (Salaria fluviatilis); habitat preferentes and relationships with exotic fish species in the middle Guadiana Limnetica, 28 (1):139-148.
- Clavero, M., Blanco-Garrido, F. y Prenda, J. (2004). Fish fauna in Iberian Mediterranean river basins: biodiversity, introduced species and damming impacts. Aquatic Conserv. Mar. Freshw. Ecosyst. 636.
- Doadrio, y M. Aldaguer (2007).La invasión de especies exóticas en los ríos. Estrategia Nacional de Restauración de Ríos. MARM. Informe técnico. 124 pp.
- UICN: Base de datos de especies exóticas invasoras realizada por el Grupo de Especialistas de Especies Invasoras (ISSG, The Invasive Species Specialist Group).
Dices en tu pots «excepto en Galicia y Canarias» y no es correcto ya que (Por lo menos) en el rio Sil, desde que se lleno y inauguro la presa de San Esteban allá por el año 54/55, realizaron una repoblación de distintas especies entre las que se encontraba tambien el Blak-Bass. Y puedo asegurarte que durante la década de los setenta y ochenta este embalse era el paraíso de los aficionados a la pesca de esta especie. Hoy en día ya no es así. Y con la presencia y bulla de los cuatro o cinco catamaranes que surcan las aguas del Sil, desde Marzo a Septiembre: La cosa no creo que mejore.
Me encanto leer tu pots, y simplemente quería indicarte este dato.
Gracias.