Cada 22 de abril se celebra en todo el mundo el Día de la Tierra, desde que la fecha fue instaurada en 1970. Los objetivos de esta celebración son la concienciación sobre la importancia de la conservación ambiental y la difusión de estrategias para minimizar los impactos que los seres humanos causamos al planeta. Con motivo de esta fecha tan señalada, en este artículo haremos un repaso de curiosidades y datos interesantes relacionados con el medio ambiente y la Tierra.
El agua líquida es imprescindible para el desarrollo de la vida como la conocemos, ya que es el solvente donde ocurren la mayoría de reacciones bioquímicas. La Tierra es el único planeta del Sistema Solar en el cual el agua puede existir a la vez en estado sólido, líquido y gaseoso. Un 71% de la superficie del planeta está cubierto por agua, pero esta supone solo un 0,4% del volumen total de la Tierra.
La importancia del agua
En cuanto al agua dulce, es apenas un 2,75% del agua total del planeta. Un 2% corresponde al agua congelada en los casquetes polares, círculo polar ártico, glaciares, etc. El otro 0,75% corresponde al agua de los ríos, lagos y acuíferos. Los principales reservorios de agua dulce en estado líquido son los lagos, correspondiendo un 29% a los Grandes Lagos africanos, un 22% al lago Baikal en Rusia y un 21% a los Grandes Lagos de Norteamérica.
El lago más grande del mundo (si no se tiene en cuenta al Mar Caspio, de agua salada) es el Lago Superior, situado entre Canadá y EEUU, con una superficie de más de 82.000 km2. En cuanto al lago con más volumen, es el Baikal, que cuenta con 23.600 km3 de agua dulce y una profundidad máxima de 1.642 metros.
Por su parte, el punto más profundo del mar se encuentra en la Fosa de las Marianas, en el Océano Pacífico. Esta fosa mide unos 2.500 km de largo y tiene forma de media luna. En uno de sus extremos se encuentre al Abismo de Challenger, que con una profundidad de 10.984 metros es el punto más profundo de la corteza terrestre.
La importancia de los bosques
Los bosques juegan un papel fundamental en muchos ecosistemas terrestres, ya que además del aporte de oxígeno a la atmósfera también proporcionan alimento y refugio a numerosas especies animales. Se estima que los bosques albergan un 80% de toda la biodiversidad terrestre a nivel mundial y cubren un tercio de la superficie de las tierras emergidas.
La superficie total que ocupan los bosques (aunque este dato varía de forma considerable) es de unas 4.000 millones de hectáreas. De estas, 1.000 millones corresponden a Europa, 840 a Sudamérica, 750 a Norteamérica, 630 a África, 620 a Asia y apenas 180 a Oceanía. Los países con mayor superficie forestal son Rusia (815 millones de ha), Brasil (496) y Canadá (347). España tiene la modesta cifra de 18,5 millones de hectáreas forestales.
Un bosque bastante peculiar es Pando, una colonia de álamos temblones (Populus tremuloides) situada en Utah, EEUU. Lo interesante de este bosque es que todos los árboles son clones unidos a través de un intrincado sistema de raíces. En conjunto, el bosque pesa unas 6.000 toneladas, siendo el organismo conocido más pesado. Además, tiene una antigüedad estimada de 14.000 años, por lo que sería uno de los organismos más longevos del planeta.
El organismo más longevo conocido es otra planta clonal, pero esta crece en aguas del Mediterráneo. Se trata de una colonia de Posidonia oceanica que se localiza cerca de Ibiza. Estas angiospermas acuáticas forman las praderas marinas, unos ecosistemas ricos en biodiversidad. La pradera situada cerca de Ibiza se extiende unos 8 Km y podría tener una antigüedad de 100.000 años.
La importancia de la biodiversidad
La riqueza de los ecosistemas, entendida como la variedad de especies que los componen, es una característica que les permite sobrevivir a las alteraciones ambientales, bien sean de origen natural o producidas por el hombre. Actualmente se han descrito 1,9 millones de especies de seres vivos, pero los científicos estiman que el número total de especies podría llegar a los 12 millones.
El grupo de seres vivos más diverso son sin duda los insectos, con un millón de especies descritas. Se conocen unas 310.000 especies de plantas y 72.000 de animales vertebrados, siendo los mamíferos apenas 5.500 especies.
En contraposición, también existen especies que apenas han sufrido modificaciones en varios millones de años, siendo idénticos los individuos existentes a los que se han encontrado en el registro fósil. Entre los animales es conocido el caso del celacanto (Latimeria sp.), un pez que se creía extinto hasta que fue pescado un individuo vivo en 1938. Se cree que este pez podría ser el eslabón perdido entre los peces y los primeros vertebrados terrestres, debido a que posee aletas lobuladas semejantes a primitivas extremidades.
En el caso de las plantas destaca el ginkgo (Ginkgo biloba) como ejemplo de fósil viviente. A pesar de que se hayan encontrado fósiles de esta planta en Europa, los únicos individuos que sobrevivieron a las últimas glaciaciones lo hicieron en Zhejiang, en el centro de China. Se cree que estos singulares árboles se salvaron de la extinción gracias a que fueron cultivados por monjes budistas, siendo un árbol sagrado de esa religión.
El ginkgo es un bello ejemplo de cómo los seres humanos podemos salvar a las especies en lugar de hacerlas desaparecer. La biodiversidad es el mayor tesoro de la Tierra, y debemos conservarla para asegurar que generaciones posteriores puedan admirarla y disfrutarla. Reflexionemos sobre todo lo que podría perderse si seguimos contaminando y destruyendo los hábitats, pues no es tarde para dejar de hacerlo.
Fuentes
- Ghassemi F (2007). Inter-basin water transfer. Cambridge, Cambridge University Press. ISBN 978-0-521-86969-0.
- Pan Y et al. (2013). The Structure, Distribution, and Biomass of the World’s Forests. Annu. Rev. Ecol. Evol. Syst. 44: 593–62. doi:10.1146/annurev-ecolsys-110512-135914
- Gaston KJ (2000). Global patterns in biodiversity. Nature. 405 (6783): 220–227. doi:10.1038/35012228
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