Autor: David Suárez Fernández
En este mismo medio apareció hace unos días un artículo sobre las formas de nutrición al que hice unos comentarios críticos, espero poder aclarar ahora un poco más mi posición con respecto al tema en cuestión.
Dividía el artículo los seres vivos en autótrofos y heterótrofos, según división clásica e inapelable, el problema está en como dividir/clasificar las diferentes formas de heterotrofía que existen, si por homología, es decir, por parecidos entre si o por evolución (clasificación Plotiniana de los filósofos). Mi apunte iba en la línea de que solo la clasificación evolucionista es científica, en la actualidad, y disponiendo de herramientas que lo permiten.
Para la Wikipedia el parasitismo es un caso particular de la depredación. Para el artículo citado de Cienciaybiología ambas formas están en el mismo plano. Para mí, el parasitismo es lo primigenio y la depredación la parte como forma de nutrición.
Pero en todo caso, el proceso correcto para establecer la clasificación es saber qué pasó en los momentos iniciales de la vida. Las primeras células vivas, protobacterias seguramente, se dedicaron a recoger nutrientes disueltos o desperdigados por el sustrato, para su incorporación a la célula mediante aportaciones energéticas químicas o lumínicas. Inicialmente pues, solo hubo formas autótrofas de nutrición. El problema es que, los nutrientes incorporados a las bacterias no volvían al sustrato hasta la muerte de la célula, es decir, el ciclo de esos nutrientes, al margen de las aportaciones del medio, era muy largo en el tiempo, aceptaba optimizaciones por la vía de la disminución del tiempo de reciclado, y ello permitió la aparición de nuevas células que utilizaron los “cadáveres” como aporte de nutrientes antes de su descomposición y vuelta al sustrato. Es decir, la vida saprofítica (necrofagia) es la primera forma heterótrofa, y de ella derivan las demás. Ahora viene el problema del huevo y la gallina, ¿Quién siguió en la división de la vida, la depredación o el parasitismo? El problema es que ambos términos se inventaron y se suelen utilizar con vertebrados como referencia, por lo que hay serias dificultades para mantener el concepto en organismos primigenios.
¿Qué es un parásito?
Según el DRAE:
Dicho de un organismo animal o vegetal: Que vive a costa de otro de distinta especie, alimentándose de él y depauperándolo sin llegar a matarlo.
¿Qué es un depredador?
Según el DRAE:
que caza animales vivos para su alimentación y subsistencia.
Es evidente que ambas definiciones son insatisfactorias, para nuestro propósito, tienen ese sesgo que comentaba yo basándome en las ideas de Margulis (visión deformada de los seres vivos, tomados desde nosotros mismos, primates evolucionados).
Así que, o añadimos nuevas categorías o retocamos las que tenemos. Así, parásito debería ser todo ser vivo que obtiene nutrientes de otro vivo (saprofito ya vimos que los obtiene de otro muerto, y es previo al parasitismo), y depredador sería quien obtiene nutrientes de otro ser vivo al que previamente mata o ingiere, luego sería una forma de parasitismo especializada. Eso o inventar un término que aglutine lo que he denominado parasitismo, y limitar este término a los seres vivos que obtienen nutrientes de otros, sin matarlos, El problema es que aparecen entonces nuevas formas de heterotrofía no contempladas en la definición restringida de parasitismo, que habría que incluir como iguales dentro del nuevo término que hubiéramos inventado para englobar la heterotrofía no saprofítica. En la perspectiva evolucionista, la heterotrofía, que inicialmente era saprofítica, deriva posteriormente en asimilación de nutrientes antes de la muerte, bien por rotura de membrana, bien por introducción en la célula parasitada de la parásita, es decir, parasitismo, siendo más tardío el aprovechamiento de los nutrientes de un ser vivo por otro, mediante captura y muerte (rotura de la membrana celular y disolución de componentes bioquímicos).
No parece aceptable, en todo caso, el límite de la no mortalidad para la definición de parasitismo, porque habría que explicar demasiadas cosas, como el nombre del tipo de nutrición de la larva de las avispas que depositan sus huevos en el interior de presas (vivas o muertas), para que se alimenten de ellas las larvas, con resultado mortal para la presa, o la acción en la hemoglobina de los Plasmodium (malaria).
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