Numerosos estudios realizados en las últimas décadas demuestran que la temperatura de la Antártida ha aumentado desde los años 50 hasta la actualidad. Todavía existe cierto debate acerca de si el calentamiento global está provocado por actividades humanas (como la emisión de gases de efecto invernadero o debido a la destrucción de la capa de Ozono al emitir unos gases llamados fluorocarbonos a la atmósfera), pero las pruebas de dicho calentamiento son sólidas. Las consecuencias de esto serían el deshielo de ambos casquetes polares, con el consiguiente aumento del nivel del mar debido a la liberación de agua dulce que ahora se encuentra congelada.
Un estudio publicado en 2009 mostró un aumento de la temperatura media de la Antártida en 0,05 °C por década entre 1957 y el 2006. Otro estudio publicado en el 2013 sacaba a la luz el alarmante dato de que el oeste de la Antártida es una de las regiones terrestres que más deprisa se están calentando. Dicho estudio confirmaba los datos del que ya se había publicado en el 2006, mostrando un aumento de la temperatura anual media de la Antártida en 2,4±1,2 °C desde 1958 hasta el 2010. Como contrapunto a esto, en el año 2013 se registró la temperatura más fría hasta la fecha, de -93,0 °C, cerca de la base japonesa Domo Fuji. No resulta contradictorio, pues es una medición puntual y una parte del continente helado se encuentra a más de 3000 metros de altitud, por lo que las temperaturas allí son más frías que en otras zonas.
El desprendimiento de grandes icebergs en la Antártida
A medida que la temperatura de la Antártida aumenta, el hielo que forma plataformas en la parte exterior del continente se resquebraja y se desprende, dando lugar a cuerpos de hielo flotantes denominados icebergs. El más famoso procede del Polo Norte y fue el que provocó el hundimiento del RMS Titanic en 1912, tras una colisión que abrió una brecha en el casco del barco. Algunos icebergs, como el que hundió al Titanic, viajan grandes distancias al ser arrastrados por corrientes oceánicas. Otros se mantienen cerca de la plataforma de la que se desprendieron. Además de ser un peligro para los barcos, al quedar a la deriva terminan por derretirse, aumentando poco a poco el nivel del mar.
[box type=»shadow» align=»» class=»» width=»»]El mayor iceberg del que se tiene constancia que se desprendió de la Antártida, medía lo mismo que la isla de Jamaica.[/box]
Si el iceberg tiene un tamaño moderado el que se derrita no supone una gran preocupación, pero algunas masas de hielo que se desprenden de la Antártida son tan grandes que pueden aportar un volumen de agua importante al océano. El mayor iceberg del que se tenga constancia fue el B-15, con una superficie de 11.000 Km2, que se separó de la plataforma de Ross en la Antártida en el año 2000. Medía 295 Km de largo por 37 Km de ancho, de un tamaño semejante a la isla de Jamaica. Desde entonces hasta el año 2005 el iceberg colisionó varias veces con la costa, fragmentándose y dando lugar a muchos icebergs de menor tamaño.
Otro iceberg de grandes dimensiones, el segundo mayor por detrás del B-15, se está formando en la barrera de hielo de Larsen, al noroeste de la Antártida. Esta barrera de hielo ya había colapsado dos veces en los últimos años, primero en 1995 y luego en el 2002. En la segunda ocasión se liberó al mar una superficie de hielo de 3250 Km2. Icebergs de un tamaño tan grande no son arrastrados por las corrientes oceánicas y permanecen cerca de su lugar de origen.
Científicos de la misión IceBridge de la NASA y del proyecto MIDAS de Reino Unido llevan años monitorizando una grieta en el hielo de la barrera Larsen, que crece a un ritmo preocupante. La grieta tiene más de 110 Km de largo y una respetable profundidad de 530 metros. No parece probable que se cierre, por lo que tarde o temprano se producirá el tercer colapso de la plataforma en apenas dos décadas. Los científicos calculan que el iceberg resultante tendría aproximadamente la superficie de Delaware, unos 6400 Km2.
Las temperaturas frías de la Antártida
Una de las causas por las cuales la Antártida tiene una temperatura tan fría es el albedo. El albedo es la capacidad de una superficie de reflejar la luz solar. En el caso de la Antártida, al estar cubierta completamente por hielo y ser de color blanco, entre un 80% y un 90% de la radiación solar es reflejada. Esto tiene una consecuencia interesante, y es que si la Antártida pierde parte de su cubierta de hielo el albedo disminuirá (al ser sustituido el hielo por mar, que tiene un color más oscuro). Por lo tanto, a medida que disminuya el hielo de ambos casquetes polares, el incremento de la temperatura se volverá más rápido.
Este es el principal motivo por el que equipos de investigación internacionales, como la misión IceBridge de la NASA, investigan la evolución del hielo y la temperatura de la Antártida y el Polo Norte. España también realiza misiones científicas en la Antártida, desde la base Gabriel de Castilla del Ejército de Tierra. La base científica española se encuentra en la Isla Decepción, formada por un cráter volcánico (activo) que sobresale del mar.
Conocer los efectos del calentamiento global es fundamental si queremos evitar sus consecuencias más catastróficas a largo plazo.
Fuentes:
- Bromwich, David H.; Nicolas, Julien P.; Monaghan, Andrew J.; Lazzara, Matthew A.; Keller, Linda M.; Weidner, George A.; Wilson, Aaron B. (2013). «Central West Antarctica among the most rapidly warming regions on Earth». Nature Geoscience. 6 (2): 139–145.
- Steig, E. J.; Schneider, D. P.; Rutherford, S. D.; Mann, M. E.; Comiso, J. C.; Shindell, D. T. (2009). «Warming of the Antarctic ice-sheet surface since the 1957 International Geophysical Year». Nature. 457 (7228): 459–462.
- Glasser, Neil (10 February 2008). «Antarctic Ice Shelf Collapse Blamed On More Than Climate Change». ScienceDaily.
-
Holland, P.R. et al. (2015) Oceanic and atmospheric forcing of Larsen C ice-shelf thinning, The Cryosphere, doi:10.5194/tc-9-1-2015.
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