El fenómeno de El Niño es un evento climático muy importante que afecta al clima global y que suele estar muy presente en los medios de comunicación. Un reciente estudio muestra cómo el calentamiento global puede modificar el comportamiento de este fenómeno.
El océano se está calentando constantemente dando lugar a condiciones oceánicas que pueden causar eventos de El Niño más fuertes, según afirma un nuevo estudio publicado en Paleoceanography.
Un equipo de investigadores de Estados Unidos, Australia y Canadá ha muestreado corales de una remota isla en Kiribati para reconstruir un registro de 60 años de temperatura y salinidad de la superficie del océano y ver los efectos del fenómeno del niño.
Las condiciones óptimas para que aumente la frecuencia del fenómeno de El Niño
“La tendencia es inequívoca, el océano reúne condiciones óptimas para que el fenómeno de El Niño se de con más frecuencia”, según la autora líder del estudio Jessica Carilli, ahora situada en la Universidad de Massachusetts en Boston.
La doctora Helen McGregor de la Escuela de Investigación de Ciencias de la Tierra en la Universidad Nacional de Australia, indicó que los cambios en los patrones de El Niño podrían tener un mayor impacto en la climatología de Australia.
“Durante un fenómeno de El Niño, las aguas calientes del norte de Australia se mueven hacia el este, llevando con ellas las precipitaciones”, indicó. “Esto cambiaría los patrones de precipitaciones y sequía de Australia”
El Niño, sucede irregularmente en intervalos de entre 2 y 7 años y normalmente coincide con períodos de sequía en Queensland y New South Wales. Las actuales condiciones muestran un débil episodio del Niño que ha llevado condiciones más cálidas y secas a Australia a finales de 2014.
El equipo se ha centrado en las diferencias regionales en la temperatura del mar que genera la circulación de los vientos conocida como célula de Walker, que conduce los vientos que portan humedad a través del Oceáno Pacífico al Norte de Australia.
La isla donde se han muestreado los corales, Butaritari, fue elegida por su localización al final de la célula de Walker.
El equipo extrajo un core de corales Porites en la parte más externa del atolón que mostraban una estructura clara similar a los anillos de los árboles que mostraban la sucesión de estaciones en el coral.Utilizó químicos como calcio, oxígeno y estroncio en el coral para obtener la salinidad y temperatura del océano.
“Este coral es un registro excelente para registrar las condiciones del océano en esa localización”, indicó McGregor. “Complementa muy bien las mediciones directas de las temperaturas del océano realizadas por los seres humanos a través de ese período de 60 años, llenando las inconsistencias y falta de datos”
Para ver cómo funciona en profundidad este fenómeno, se explica en este artículo: https://cienciaybiologia.com/fenomeno-de-el-nino-y-la-nina/
Fuente: http://phys.org/news/2014-11-ocean-primed-el-nino.html
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