- Las rocas son el material más común y abundante de la Tierra.
- Pueden ser ígneas, metamórficas o sedimentarias
- El ciclo de las rocas nos hacen entender la génesis de las diferentes rocas del planeta
Las rocas son el material que abunda en toda la Tierra. Si las observamos detenidamente podemos encontrar pequeños cristales que la conforman, dichos cristales son minerales (compuestos químicos con composición propia y propiedades físicas particulares). Cuando son imperceptibles al ojo humano se utiliza una lupa o un microscopio.
El aspecto y naturaleza de una roca va a depender de los minerales que la compongan.
La textura, es un término muy importante y usado por los geólogos, se refiere a la disposición y tamaño de los minerales que conforman la roca. Esto refleja el proceso geológico que las generó.
Las rocas se dividen en tres grandes grupos: ígneas, sedimentarias y metamórficas. A continuación se explicará brevemente la génesis de cada una de ellas.
El ciclo de las rocas
Si tomamos a la Tierra como un sistema equilibrado, el ciclo de las rocas nos hace ver y comprender a los subsistemas de la Tierra, entendiéndolo como UN TODO y nos permitirá entender el origen de los diferentes tipos de rocas.
Imaginemos el magma, como una roca fundida cuya viscosidad dependerá de la cantidad de silicatos que posea y volátiles (agua y gases), visualicémoslo a mucha profundidad en la Tierra. Con el tiempo, este magma se va enfriando lentamente, dando lugar a la formación de grandes y hermosos cristales que nacen a una presión muy diferente a la que hay en la superficie de la Tierra la cual nosotros estamos adaptados, este proceso se denomina cristalización.
Si nuestra historia toma otro rumbo y en vez de cristalizar a profundidad imaginamos que sucede que este magma fundido viaja a través de la chimenea de un volcán y sale a la superficie rápidamente, donde se enfriará mucho más rápido y cristalizará también pero en otras condiciones de presión y temperatura, en ambos casos dicho fundido enfriado nos dará como producto nada más ni nada menos que las rocas ígneas.
Después, con el correr del tiempo las rocas ígneas que encontramos en la superficie se meteorizan, las cuales se volverán más estables a las nuevas condiciones y la acción de la atmósfera las desintegrará y las descompondrá gradualmente en pequeñas partículas a través del tiempo. La desintegración de la roca forma fragmentos chiquitos de la misma denominados sedimentos que se transportarán de un lado al otro a través de hielos, agua, viento, etc, hasta que en un momento las partículas sedimentarias se comienzan a asentar en un lugar y quedan allí varadas.
A medida que el tiempo transcurre, mayor cantidad de sedimento se instala por encima de nuestro cúmulo de partículas, hasta que en un momento comienza la litificación de ellas, es decir, comienzan a convertirse en roca dando lugar a un nuevo tipo de roca, las rocas sedimentarias. Mientras se litifican, más y más sedimentos se depositan encima de nuestra nueva roca, compactándola; si sigue profundizándose por el peso suprayascente estará sometida a grandes, nuevas y mayores presiones y/o elevadas temperaturas, transformándose lentamente a una roca metamórfica. Si siguen incrementándose estas presiones y/o temperaturas, la roca comenzará lentamente a fundirse, llegando a transformarse liquida totalmente y volverá a ser un magma que luego cristalizará nuevamente en una roca ígnea.
Obviamente existen muchas variantes de este ciclo, como por ejemplo, que la roca sedimentaria formada quede en el exterior lo que por acción de la erosión y meteorización, vuelva a ser sedimento para luego formar otro tipo de roca sedimentaria, etc.
Lo que tenemos que tener en claro es que cualquier tipo de roca puede ser fundida, metamorfizada o erosionada, todo depende del lugar donde se encuentre (ambiente) y ahí accionarán diferente agentes que la transformarán en otra roca nuevamente.
Las rocas en las capas del planeta
El planeta Tierra está compuesta por: la corteza oceánica y la corteza continental, en los niveles más superficiales, la primera está compuesta por rocas ígneas oscuras (basaltos), por el contrario la corteza continental consta de muchos tipos de roca: en la parte superior posee mayoritariamente granodiorita, la cual es un tipo de roca ígnea clara, a medida que profundizamos la composición se va acercando más a la de los basaltos.
A una profundidad mayor encontramos el manto que abarca más del 82% del volumen del planeta, es roca sólida; el límite entra la corteza y el manto está dado por un cambio en la composición química de la roca, siendo en la parte superior denominada peridotita, a mayor profundidad la roca se vuelve más compacta y por lo tanto más densa.
Por último, en el centro de la Tierra está el núcleo, conformado por una aleación de hierro y níquel, siendo aproximadamente 14 veces más denso que el agua pero sin llegar a ser sólido.
Foto de https://www.flickr.com/photos/
¡Hola Paula! ¿Me podrías proporcionar la fecha en la que emitiste esta publicación para poder citarte? ¡Gracias!
Hola, la fecha es del 15 de octubre de 2014.
Un saludo 🙂