Los ecosistemas acuáticos se pueden dividir en dos tipos fundamentalmente, los ecosistemas marinos y los ecosistemas dulceacuícolas que son los ecosistemas de agua dulce. Esta distinción se produce porque en el medio marino y en el medio dulceacuícola las condiciones son muy diferentes, sobre todo en lo que se refiere a las condiciones de salinidad del medio.
Torrentes y ríos: los ecosistemas acuáticos más explotados
Los ríos son uno de los tipos de ecosistemas de agua dulce, proporcionan agua, transporte y un medio de deposición de resíduos. La superficie total que ocupan es pequeña pero son los ecosistemas más intensamente usados por el hombre.
Las características del río cambian desde su nacimiento hasta su desembocadura debido a que su tamaño y volumen de agua aumentan y porque cambia el metabolismo de la comunidad, la composición de especies y la diversidad de especies. Esta secuencia de cambios se llama continuo fluvial:
- Las corrientes de la cabecera son heterótrofas, es decir, la respiración excede a la producción. La comunidad biótica depende de la materia orgánica que llega procedente del lavado de la cuenca terrestre.
- En el curso medio su lecho es más amplio y menos abrupto y se instalan autótrofos, como las algas de agua dulce y otras plantas acuáticas que pueden llegar a ser muy abundantes. La diversidad de especies alcanza en este punto su máximo.
- En el curso bajo el agua se enlentece y se hace fangosa, decreciendo la luz y la fotosíntesis en consecuencia. La corriente es heterótrofa con una reducida variedad de especies en los niveles tróficos.
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Casi todos los grandes ríos están saturados por los residuos que emiten las aglomeraciones de su ribera debido a su uso como alcantarillas gratuitas. Es difícil hallar un río natural sea su tamaño el que sea.
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Corrientes de agua
Según las aguas de corriente, también podemos encontrar diferencias en las comunidades del ecosistema. Las aguas de corriente se dividen en dos tipos: corrientes en las que su lecho es erosionado y su fondo es firme (rápidos), y corrientes de sedimentación con el fondo compuesto de sedimentos sueltos (remansos).
Las comunidades acuáticas son diferentes en las dos situaciones, en los remansos, se asemejan a las de las lagunas con un considerable desarrollo del fitoplancton y de especies de peces e insectos acuáticos; en los rápidos son formas más exclusivas y especializadas como larvas de frigáneas o «cargadores».
Lagos y lagunas: ecosistemas de agua dulce jóvenes
La mayoría de cuencas con masas de agua dulce que conforman los ecosistemas lagunares son jóvenes. El tiempo de permanencia de las lagunas es variable y lo hace desde pocas semanas o meses en el caso de las pequeñas lagunas estacionales a varios cientos de años las mayores.
Aunque unos pocos lagos sean antiguos, la mayoría datan del pleistoceno, y se espera que los ecosistemas de aguas continentales varíen con el tiempo de forma inversamente proporcional a su tamaño y profundidad. La discontinuidad geográfica favorecería la especiación si estuviesen más aislados en el tiempo pero como no es así, su diversidad de especies es baja.
Tienen distinta zonación y estratificación, en el medio lacustre se distingue la zona litoral con vegetación enraizada a lo largo de la orilla, zona limnética de aguas abiertas domiadas por el plancton y una zona profunda dominada por heterótrofos. Estas zonas equivalen a las del mar.
En las regiones templadas los lagos están térmicamente estratificados con una parte superior más cálida (epilimnión) que se aisla del hipolimnión (parte más inferior y fría), están separados por la termoclina que impide el intercambio de materiales. Debido a esto el intercambio de materiales es insuficiente, pero durante la primavera y el otoño, todas tienen la misma temperatura produciéndose la mezcla. A estas épocas le siguen explosiones de fitoplancton. En los climas cálidos se produce una vez al año, y en los trópicos la mezcla es un proceso gradual e irregular.
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La producción primaria depende de varios factores:
- Naturaleza química de la cuenca
- Tipo de entradas desde tierra o afluentes
- Profundidad
Los lagos someros son más fértiles con lo que la producción de peces suele ser inversamente proporcional a la profundidad. Los lagos se clasifican en oligotróficos con pocos nutrientes y eutróficos con muchos.
El fenómeno conocido como eutrofización cultural o artificial se produce por el aporte de fertilizantes inorgánicos que aumentan las tasas de producción primaria, cambian la composición de la comunidad acuática con lo que los peces aptos para la pesca pueden desaparecer, el crecimiento de las algas puede llegar a ser tan elevado que interfiera en las actividades de natación, deportes náuticos y pesca, además, de darle al agua un sabor desagradable. Un lago biológicamente pobre es preferible a otro fértil desde el punto de vista del recreo y del consumo.
Con la construcción de lagunas y lagos artificiales el hombre ha cambiado el paisaje de aquellas zonas sin masas de agua, estas construcciones benefician al hombre y al paisaje ya que estabilizan los ciclos del agua y de los nutrientes, y la diversidad es favorecida. En ellos también se producen cambios debido a la sucesión ecológica como resultado de las actividades de la comunidad biótica (procesos autógenos) y como resultado de la llegada de sedimentos procedentes de la cuenca circundante (procesos alógenos). La pesca es abundante en los primeros años, pero decrece conforme llegan nutrientes en exceso transportados por las riadas y la masa de agua va envejeciendo.
Zonas húmedas, ciénagas y pantanos: un tipo especial de ecosistema acuático
La mayoría de los rasgos expuestos para los estuarios se pueden aplicar a las zonas húmedas siendo ambos ecosistemas fértiles por naturaleza, son ecosistemas acuáticos de agua salobre.
Las marismas costeras están sometidas a la acción de las mareas con fluctuaciones periódicas del nivel del agua como resultado de las variaciones estacionales y anuales de las precipitaciones, cumpliendo ambos fenómenos las mismas funciones en términos de proporcionar un amplio rango en el grado de fertilidad y estabilidad. Los incendios de las estaciones secas consumen la materia orgánica acumulada de modo que se hace más oscura el agua de la laguna y se le añade una descomposición aeróbica ulterior que libera nutrientes solubles, incrementándose así la tasa de producción. Si no existen fluctuaciones del nivel del agua e incendios, la formación de sedimentos y turba (materia orgánica que no se descompone por vias aeróbicas) tiende a permitir la invasión de la vegetación terrestre leñosa.
En los lugares donde el hombre controla el nivel del agua, han de usarse herbicidas químicos o métodos mecánicos para que el área continúe siendo un auténtico ecosistemas adecuado para patos y otros organismos semiacuáticos. También son valiosos para el mantenimiento de acuíferos de vecinos.
Los arrozales son un tipo de ecosistema dulceacuícola de marisma.
Foto de Augusto Meucci y Roberto Herrera Pellizzari
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